Perderme entre melodias, irme lejos, no volver...

Perderme entre melodias, irme lejos, no volver...

Asi soy yo. Asi me gusta ser

Bienvenido señor lector.
En este blog no encontrará más que las experiencias, anécdotas y reflexiones de una adolescente rara, perdida y algo rayada.
Si no es lo que buscaba, es libre usted de retirarse.
Si quiere saber de que se trata todo esto, sea usted bienvenido...
Juanita.

viernes, 25 de noviembre de 2011

¿Dónde quedó todo lo que vivimos?

La tristeza indescriptible que se siente al mirar a la persona que alguna vez te inspiró y te dio fuerzas para seguir adelante, la persona que te hizo sentir importante, que te hizo feliz, por la cual hubieras dado todo…
Y ver a un completo desconocido.
Recordar viejas conversaciones, viejas sonrisas, viejas esperanzas de un futuro juntos
Recuerdos del futuro juntos.
Y preguntarse dónde quedó todo eso, tantos días pasando a palabras todos mis sentimientos alborotados, tantas noches en vela, calurosas como ningunas, hablando hasta caer del sueño.
¿Dónde, dónde? ¿Dónde quedó esa magia que nos unía en imprudentes promesas, en ilusiones torpes, en la alegría que nos invadía palabra por palabra?
¿Dónde dejamos aquellas melodías que nos embriagaban y nos hacían pensar en aquel día en que tiraríamos aquellos miedos por los aires para por fin unirnos después de meses de inseguridad?
Quizás fueron sepultados con vos, y es que si, te maté. De eso estoy segura
Y te extraño, pero no se puede revivir a un muerto...
aún más cuando ese muerto ya está con vida.

Y sigo preguntándome dónde esta ese chico maravilloso
aquel que escapaba de sus sentimientos y escondía sus palabras.





Juanita.

domingo, 20 de noviembre de 2011

A un nuevo amigo.

Llegué al instituto, miré la hora “Es todavía temprano, no hay casi nadie”
Eché un vistazo alrededor y noté a una sola persona sentada en el pasillo. Era el chico nuevo, se había cambiado a nuestro curso hacía unas semanas y no hablaba con nadie, tampoco nadie le hablaba.
Me senté a su lado y le sonreí, apartó la vista de su libro y me miró con extrañeza
-Hola, Fede. ¿Cómo andas?
-Bien. Eh, ¿Por qué me estás hablando?
-Sin ninguna razón en particular, quería hablar con alguien y eras el único del curso. ¿Te molesta que hablemos?
-No, para nada. Es que… nadie parece querer acercarse
-No les hagas caso, son toda una bola de superficiales. Ven a alguien callado y ya lo tildan de antisocial
-Quizás lo soy, un poco
-Para nada, sino no me contestarías cuando hablo. Solamente sos un poco tímido, no hay nada de malo en eso. Es más, la gente tímida e introvertida sabe rodearse de personas que valen la pena, y no de cualquier idiota.
-Ya lo veo. Gracias, Juana, sos genial. Igual, me gustaría no ser así, me gustaría poder salir en los recreos, hablar con los demás. No sé, ser un poco más “normal”
-Sos completamente normal, te cuesta abrirte, nada más. Si queres podes venir conmigo en los recreos, te presento a mis amigos. No tenes porqué quedarte solo.- El chico me sonrío, entusiasmado
-¿En serio puedo ir con ustedes?
-Por supuesto, espero que así dejes de sentirte poco “normal”-
-¡Juana!- Me llamó la preceptora de mi curso con expresión poco agradable “¿Qué carajo hice esta vez?”
-Me tengo que ir, nos vemos cuando toque el timbre
-Juana…-
-¿Qué?
-Gracias.
-¿Por qué?
-Por notar que existo y no alejarte cómo si tuviera una enfermedad terminal contagiosa
Le sonreí y me marché sintiéndome inmensamente feliz.

“Tender una mano amiga es como derramar una gota en el desierto: Puede parecernos humilde, insignificante, y sin embargo es capaz de calmar la sed de los que sufren la soledad. Descubrir esta clase de cosas es lo que puede transformar un día como cualquier otro en un día especial.”



Juanita.

domingo, 13 de noviembre de 2011

Me usaron.

Y de repente todo empieza a maquinar en mi mente:
“Fui su juguetito, nada más. No signifiqué nada…”
Y me dejé llevar, otra vez, por las palabras que tanto poder tienen de alejarme de la realidad. Sabía exactamente cómo hablarme, qué palabras utilizar, qué decirme… Y después de saciar su sed, de extraer de mí lo que quería, se limitó a tirar los restos.
Lo que más me duele es que me traicioné. Me prometí que no iba a seguir sus jueguitos, podía ver claramente el destello venenoso en sus ojos. No iba a permitir que me hagan daño otra vez… Pero ya nisiquiera me hago caso a mí misma.
Pero estos bajones son males necesarios, simplemente hay que aceptar que no se puede estar feliz todo el tiempo. ¿Cómo valoraríamos, sino, una sonrisa, una carcajada si nunca nos hundimos en las más profundas de las depresiones?
Estar así, aunque duela, nos hace bien, nos hace reflexionar, nos hace querer cambiar. ¿Cuándo aprenderíamos si nunca nos equivocáramos?
Hoy me equivoqué y aprendí. Aprendí a no confiar en la palabra de nadie, excepto la mía.



Juanita.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Si pudiera, me haría invisible...

-¡No me mires así!- le dije al chico lindo que me miraba sonriente
-¿Por qué?-
-Porque odio que me miren, es… incómodo
-Sos hermosa- me dijo y lancé una risa sarcástica
-¿Qué pasa?-
-No… no me gusta.-
-No te gusta que te miren, no te gusta que te digan lo linda que sos…-
-Nene, si pudiera me haría invisible-
-¿Y quitarnos a todos semejante belleza?- “Chamuyero…” pensé mientras lo miraba con desaprobación
-No me gusta que me mientan.-
-¿Cómo sabes que te estoy mintiendo?-
-Soy un bicho feo, me lo dicen todo el tiempo. Te conocí hoy… ¿Cómo queres que te crea?
-Le crees a esas personas venenosas y envidiosas que critican a quienes están por encima de ellas y ven defectos donde no hay… ¿Y no me vas a creer a mí?-
-¿Un vendedor de ilusiones?- Se rió y puso un brazo alrededor de mis hombros
-Quizás tendrías que dejar de contar a las personas que te critican y empezar a fijarte en los chicos que te miran tímidamente y apartan la vista cuando los descubres viéndote. Luego podrás ver si tengo o no tengo razón…-
Me quedé un rato reflexionando.
Quizás, quizás soy algo linda…
Quizás, quizás todas lo somos



Juanita.

jueves, 3 de noviembre de 2011

Solo quiero que me regales una sonrisa

Amar no es solamente querer a alguien con locura.
Amar es desear la felicidad del otro a toda costa, a tal punto que ya no te importa si esa felicidad la consigue contigo. Solo quieres ver alegría en el rostro de esa persona, quieres que consiga lo que anhela, que cumpla sus sueños, aunque sea otra la persona que este a su lado para alentarlo a seguir adelante.
Y cuando te des cuenta que su tristeza es la tuya, que su sufrimiento lo vives en tu cuerpo, que sus lágrimas corren también por tus ojos, te darás cuenta. Cuando veas que con solo una sonrisa sincera en su rostro te basta para cambiar el curso de tu día, cuando su felicidad ilumina tu alma, no importa si eres la persona que la provoca, cuando veas que ya no te importa si esta contigo o no, solo quieres verlo/a feliz. Ahí te darás cuenta de que estas enamorada/o
Lo demás es solo una estúpida obsesión.
Y yo, estoy perdidamente enamorada.



Juanita.

martes, 1 de noviembre de 2011

A los genios de mis CDs

En este presente donde todo gira alrededor de los medios, de las modas estúpidas, de las celebridades y de todas esas cosas que le lavan el cerebro a la mayoría de las personas, hay solo algunas pocas cosas que nos salvan y nos permiten ver, reflexionar y mirar al mundo tal y como es. Una de esas cosas es la música.
Y hoy en día, cuando la música esta tan desvalorizada, cuando apenas un nene con una guitarra se considera un icono de la música actual, es cuando quiero hacer un pequeño homenaje a la música que me acompaño en todo este tiempo y la que lo seguirá haciendo, a la cual le debo tanto.
Muchas son las bandas y los solistas que marcaron a la historia y a miles de millones de personas en el mundo. Y es que estas bandas y solistas hacían lo que amaban y lo hacían con el corazón, no lo hacían por fama ni dinero y eso a la gente le llega y así es como bandas como The Beatles o Queen se siguen escuchando, aunque pasen y pasen las décadas. No como la música de ahora que pasan sus dos años de fama y ya nadie se acuerda de ellos.
La gente de repente se enamora de determinada banda, se vuelven locos por ella, salen por todos lados, hasta que a los medios se le ocurren que esa bandita “ya paso de moda” y sale una nueva. Inmediatamente la gente se olvida de la banda anterior y sale en busca del CD nuevo de la nueva banda… y luego discuten con que “yo los amo, no es una moda, los escuchare por siempre”. El cerebro de la gente funciona así actualmente, no tienen opinión propia.
Todavía me acuerdo de la primera vez que escuche a los Rolling Stones en un viejo casette de mi papa o cuando mi tío me mostro a mis 8 años a mi actual banda favorita, AC/DC. Yo misma elegí seguir escuchándolos, me impresiono la profundidad en las letras de John Lennon, la melodiosa perfección de Strairway to Heaven, la genialidad de Jimmy Hendrix. ¿Dónde encontrar esas letras, esas melodías, esa genialidad ahora? Yo misma elegí seguir ese camino, riéndome de las modas e ignorando a la gente que me decía “Escuchas música de viejos…”
Y es que es así, la música no se hizo para ganar fama ni dinero, ni para imponer ninguna moda. No se hizo para enamorar, ni para alegrar, ni para entristecer. La música se hizo para expresarse, para revelarse, para cambiar al mundo, no importa el tiempo que pase. Y todo aquel que haga música y no piense cambiar al mundo con ella, no merece llamarse “músico”.

Por eso les digo, jóvenes músicos de todas partes, salven al mundo.






Juanita.