Perderme entre melodias, irme lejos, no volver...

Perderme entre melodias, irme lejos, no volver...

Asi soy yo. Asi me gusta ser

Bienvenido señor lector.
En este blog no encontrará más que las experiencias, anécdotas y reflexiones de una adolescente rara, perdida y algo rayada.
Si no es lo que buscaba, es libre usted de retirarse.
Si quiere saber de que se trata todo esto, sea usted bienvenido...
Juanita.

viernes, 10 de febrero de 2012

El sol salió.

Era una noche calurosa y serena. Demasiado común y ordinaria como para ser la noche que cambiaría el rumbo de mi vida.
El timbre sonó y, confundida, miré la hora. Las 4 de la madrugada
-¿Quién carajo es a esta hora?-
Miré por las persianas entrecerradas y distinguí la silueta del chico alto y aún más pálido a la luz de la luna. La única persona a la que le abriría la puerta de mi casa a esa hora.
-Juani- su boca me sonrió, pero su mirada verde estaba apagada, triste.
-Nene…- Lo abracé, pero esta vez no deshizo el abrazo… sino que lo mantuvo hasta que lo invité a pasar.
Así que ahí lo tenía, sentado en el living, con la mirada perdida. Justo como antes, cuando era la única chica en su vida y no tenía donde ir. Le serví café, negro y fuerte como le gusta a él y me senté a su lado, esperando a que aclare sus ideas. Agarré su brazo, sostuve su mano, como hacía siempre que sabía que algo andaba mal, y comencé a pasar mis dedos sobre todas y cada una de sus pulseras. Pero cuando sabía que mis dedos se iban a topar con la cadenita de plata con la letra “L” grabada, noté que no estaba. Recuerdo que su voz salió como una brisa, como si en verdad no lo estuviera escuchando, como un recuerdo de un sueño lejano.
-Corté con ella- dijo, adivinando mi reacción.
Tardé un rato en contestar, un rato que pareció una eternidad.
-¿Q-Qué?-
-Tendré alma de estúpido, pero no de esclavo…-
Sopló el café y sorbió un poco.
-Pero… ¿Cómo fue?- dije, tratando de reprimir una sonrisa.
-Lo venía pensando desde hacía rato. Pensé que cambiando un poco la situación bastaría pero no… esta noche fue el colmo…-
Me miró a los ojos, pero enseguida volvió la mirada al suelo.
-Hacía rato que se mostraba insoportablemente celosa. Y aunque trataba de hacerle entender, no había caso. Finalmente me hizo elegir entre ella o vos. Y bueno, acá estoy…-
-¿Yo?... Pero pensé que la amabas, pensé que…-
-Juana. Sos la única, siempre lo fuiste, quizás nunca tuve el valor de decírtelo, pero eso no significa que sintiera algo diferente ¿Nunca te diste cuenta? ¿Nunca lo notaste? Luciana fue un escudo, porque sabía que vos me veías como tu hermano y nada más que eso. Traté de distraerme, de engañar mis pensamientos… Pero, Juana…-
Apretó mis manos, sus rodillas temblaban levemente. Mis mejillas hervían, mis pensamientos se arremolinaban, simplemente no lo podía creer.
-No hay espacio para otra persona en mi corazón, ni para otra musa inspiradora en mis poemas…-
Dejé al descubierto mi sonrisa irreprimible y lo abracé, como nunca lo había abrazado.
Besó mi cuello, mi mejilla y rozó suavemente mis labios.
-Te amo, Gonza…- dije atropelladamente -¿Me amas?-
-¿Amarte?-
Sostuvo mi cara, obligándome a mirarlo a los ojos. Su mirada brillaba, no recuerdo cuando fue la última vez que lo vi así… había pasado mucho tiempo que no lo veía sonreír tan vívidamente.
-Yo quiero que cuando seamos grandes te cases conmigo, Juani-
Lancé una carcajada.
-No puedo creer que te acuerdes de eso-
Y nos besamos. Fue un beso, profundo, largo, desesperado. Tan increíble y hermoso como un sueño inalcanzable que se cumple, por fin. Todos los momentos que había soñado por 6 años se resumían en aquel instante
-Podría morir ahora mismo… Por fin te vuelvo a ver sonreír como cuando éramos chicos.
-No… si hay que contrarrestar todo el tiempo de amargura que pasamos, nos queda un largo rato para ser felices.-
-Así es.-
Y nos subimos a ver el amanecer, una vez más después de tanto tiempo, como un regalo del cielo, como una bienvenida a nuestra felicidad.



Luis Alberto Spinetta Q.E.P.D.

Juanita.

martes, 7 de febrero de 2012

You may say I'm a dreamer...

A veces me veo rodeada de nada, aunque este el lugar rebosado de gente. Oigo murmullos, distingo los temas de conversación, vacios y aburridos. Es ahí donde comienzo a mirar el horizonte y exploro los recónditos rincones de mis pensamientos. Es imposible para mí no volar de vez en cuando, recrear imágenes hermosas en mi mente, imaginar y salir un rato de mi encierro social. Hasta encontrar a alguien con quien valga la pena hablar un rato.
Puedes cambiar, pensar algo diferente, empezar a ocupar tu tiempo en otras cosas, madurar. Pero nunca dejes que estas decisiones maten lo más importante dentro de nosotros: nuestra mente, nuestras ideas, nuestra imaginación.
Porque es inacabable, infinita, ilimitada. Creadora de mundos maravillosos, de inventos fantásticos, de historias hermosas, de increíbles personajes y lugares que nos alejan un rato de la realidad gris, llena de gente que ignora este recurso día a día.
No matemos a ese niño que vive en nuestra alma, pintándola de colores y creando esas pequeñas cosas que nos mantienen felices y con la mente abierta. Porque si lo hacemos nos quedaremos solo con esa condena de pensar y visualizar solo lo que nos dicen y vemos. Sin ser capaces de ir más allá, de crear algo nuevo, de deslumbrar al mundo con nuestros pensamientos, de mostrar a la gente los brillantes colores de nuestra alma. Solo estaremos repitiendo lo que hizo o dijo alguno una y otra vez.
Para muchos de nosotros nuestra mente es un laberinto, un conjunto de pensamientos que parece no tener sentido hasta que encontramos la manera de organizarlos y darles coherencia. Pero si logramos trazar un camino sobre ese laberinto, y logramos aprender cómo expresar todas esas ideas en un papel, en un lienzo, en una melodía. Todos y cada uno liberamos esos mundos, esos inventos, esos personajes y lugares. Dejamos que ese niño cree libremente usando todos los colores que se le antojen y se lo mostramos a la gente sin miedo al rechazo o a ser menos que otras ideas, sin temor a no ser exitosa o admirada, sin copiarse ni plagiar. El mundo verá la variedad de colores más brillantes de todos.
Imagina, crea, sueña.



Juanita.